Hola Vintage lovers! Hoy os traemos un tutorial para restaurar una bici clásica cómo un auténtico profesional. Sin tapujos. Al grano. Fácil. Rápido.
Cuando se hace referencia a las bicicletas clásicas, se suele pensar en los típicos modelos antiguos, esos que pueden ser encontrados en algún garaje, en la casa de los abuelos o en el pueblo. Son bicis que casi siempre poseen cierto carácter histórico y, en muchas ocasiones, un valor sentimental que nos lanzan a su restauración.
El estado en que se puede encontrar estas bicicletas, va a depender en gran medida del uso que tuvo la misma y del lugar donde estuvo guardada durante esos años. En este sentido, la humedad va a perjudicar seriamente al valor de la bicicleta. Este factor puede haber ocasionado grandes dosis de óxido que provoquen que la restauración sea mucho más compleja (aunque no imposible).
Algunos de los materiales que necesitaremos para restaurar bicis clásicas (enlace de afiliado):
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Comprar bicis clásicas
La restauración, y más concretamente, el hecho de restaurar bicicletas clásicas para otorgarles una nueva vida, puede ser una tediosa tarea para unos, y una bendición para otros. En todo caso, deberíamos convertir esta tarea en una lo más satisfactoria posible, sobretodo si la hacemos acompañados de otros amigos o familiares.
Una bici restaurada, ya sea para ser usada como una bicicleta de paseo, de carretera o como un instrumento decorativo debe conservar su esencia original en cualquiera de los casos.
Dicho esto, la bicicleta antigua o clásica es fácil de adquirir en los mercadillos de antigüedades o segunda mano. Esto se debe principalmente a que no todo el mundo se aventura a restaurar bicicletas y prefiere darle salida. De la misma forma, los modelos antiguos tienen una vida útil más alta que las que se fabrican actualmente ya que eran materiales más duros y pesados.
Las características que presenta el acero ayudan a que la preservación de la bicicleta sea muy elevada. De esta forma, las bicis de acero pueden ser restauradas gracias a que preservan su mecanismo de uniones convencionales , que suelen ser de tubos anexados con formas distinguidas y con diversos estilos. No obstante, desde Retro y Vintage aconsejamos que una vez restaurada la bici, aplicar un poco de 3 en 1 con protección para el óxido, ya que nos ayudará a preservar aún más la bicicleta. Podéis encontrar buenas ofertas de material para restauración en Amazon, desde este enlace de afiliado.
Comprobar el estado de todos los elementos
Una vez tengamos a nuestra disposición la bicicleta clásica, se pasará a comprobar el estado de cada uno de los elementos que posee la misma. Se recomienda llevar a cabo un análisis de todo: el valor que tiene cada una de las piezas, que tan deteriorada se encuentra, como está la pintura o si hay desperfectos que no pueden ser reparadas, entre otras cosas.
También es recomendable indagar sobre el modelo de bicicleta que es. Más que por el valor que pueda tener la bici, por tener una idea de lo que se tiene que realizar o los elementos que deberemos usar. Así, es importante hacerse con los materiales antes de empezar la restauración.
De igual manera, algo que se debe tener presente y que además es vital, es saber cuál será el uso que se le va a dar a la bicicleta una vez restaurada. Dependiendo de este uso, deberemos poner más énfasis en algunos de los trabajos a realizar o en otros, ya que no es lo mismo restaurar una bici clásica para decoración que restaurar una bicicleta para salir a pasear con la familia.
Si esta va a ser utilizada en el día a día, debemos tener especial cuidado en hacer un mantenimiento de alto nivel en cuanto a las soldaduras o la preservación de sus mecanismos funcionales, así cómo que tenga un peso ligero para que haya mayor rendimiento. Si la restauración es para un uso decorativo, deberemos tener mayor cuidado con el aspecto estético y con la pintura.
Desmontar todos los elementos de nuestra bici retro
Una vez tenemos la primera parte de la restauración realizada, esto es: análisis de los elementos que necesitaremos comprar, el estudio del modelo, y una primera revisión a primera vista de las piezas faltantes o que no pueden ser recuperadas, se pasará a desmontar y revisar de una manera profunda todos los elementos que tiene la bicicleta. Todo esto teniendo cuidado de las herramientas que se van a utilizar, puesto que un mal uso de las mismas puede empeorar la situación, incurriendo en gastos extras o llegando incluso a destrozar la bicicleta.
Eliminar el óxido
Una vez desmontadas todas las piezas de la bicicleta, se pasará a revisar el estado que tiene cada una de estas. Dependiendo las condiciones de mantenimiento (principalmente la humedad), nos podremos encontrar con piezas que estén oxidadas, debido a que son bicicletas antiguas que en muchos casos llevando tiempo inactivas.
El óxido puede ser eliminado de diversas maneras, donde claramente algunas van a ser más efectivas que otras, dependiendo también del grado de oxidación que tenga la bicicleta.
Dentro de las diferentes formas de quitar el óxido, existen infinidad de remedios caseros cómo el detergente y el vinagre. Asimismo, hay otros remedios caseros que están cogiendo fuerza por su grane eficacia cómo la coca cola, el limón-cebolla y bicarbonato o kerosén. No obstante, si preferís no arriesgaros hay productos muy eficaces en Amazon por apenas unos euros.
Pintar bici clásica restaurada
Cómo se pudo observar en el apartado anterior, el óxido es un enemigo notable del acero, factor de gran importancia que puede afectar la buena apariencia de la bicicleta. El lugar donde el óxido suele aparecer con mayor frecuencia es el cuadro. No olvidemos que el cuadro es el lugar que une todas las piezas y que además soporta gran parte de nuestro peso en el momento de conducir. Es por ello que a la hora de observar y analizar el estado de la bici deberemos fijarnos bien en la cantidad de óxido, ya que en caso de ser elevado o estar muy avanzado deberemos utilizar un reparador aparte del disolvente. De esta forma nos aseguraremos que el cuadro no sufrirá daños posteriormente.
Una vez tengamos todo el óxido limpio, tocará quitar la pintura original para lijar toda la estructura y empezar con las capas de pintura. Es importante que escojamos un color acorde con la tendencia vintage, nosotros siempre aconsejamos un beige o marrón oscuro.
Montar las piezas de nuevo y disfrutar
Ya con este apartado entramos en la última fase para la restauración de la bicicleta. Una vez tengamos todas las piezas restauradas, hayamos quitado el óxido de todas las partes, engrasado los lugares que lo requieren y ajustados los frenos, sólo queda el montaje. Lo haremos montando cada una de las piezas por separado para así completar y poner a funcionar nuestra bicicleta clásica.
Algo que también hay que tener en cuenta, es que a pesar de que sea una bicicleta convencional, en el momento de llevar a cabo el ensamblaje, podemos añadirle piezas más modernas o actuales pero que mantengan la estética retro. De esta forma, no romperemos la estética y obtendremos otros beneficios, cómo puede ser menor peso o mayor comodidad.
Para los más perezosos a la hora de leer, aquí os dejamos un vídeo con los pasos a seguir para restaurar bicicletas antiguas. De nada!
Por último, si queréis echar un vistazo a ejemplos de bicis restauradas, os recomendamos que visitéis Pinterest, allí encontraréis infinidad de ideas para restaurar vuestra bici antigua!
Ahora sí, a disfrutar de esta bonita bicicleta con familiares y amigos 😉
Interesante artículo!
Gracias por tu comentario Sonia! Se agradece que te guste el artículo 🙂